viernes, 8 de julio de 2011

Amelie Poulain, mi señorita favorita


No fui a clases de física. Una puerta se cierra mientras otras se abren. A decir verdad no fui a ninguna clase. Una puerta lejana está en el fondo. ¡En el fondo no hay ningún sitio! Ya me perdí otra vez. Hojas en blanco sin nada que escribir. Me perdí mi clase de física.


¿Dónde están mis palabras?



Me quedé en silencio. Un silencio que grita a golpes; grita palabras. Palabras que pesan demasiado, unas más que otras, las mías un montón. ¡Cuando no estoy en la una, estoy en la otra! y ¿ahora qué voy a escribir? Un profesor que nada sabe. Sabe de física, pero nada sabe.


¿Cómo fue que me perdí su clase?
¿Cuándo podré abrir la lejana puerta que yace justo enfrente? 


Una puerta lejana se abre ¡por fin! Miles de ventanas salen disparas y a su vez se abren. ¡Pero yo no quiero ventanas abiertas! De las ventanas abiertas salen charlas alegres, ojos alborotados, y caóticos cabellos.


¡Cómo quisiera ver a Amelie Poulain ahora mismo! Inocente, tierna, soñadora, pero sobretodo infinitamente solitaria. 


Ella disfruta de las cosas sencillas; hundir la mano en el saco de legumbres de los mercados, y arrojar piedras al río, imaginando que podrían estar haciendo las otras personas en este mismo instante… ¡Me siento como una Amelie Poulain, con la misma cara de cuando se descubre algo!  

¿Qué descubrí?

1 comentario:

  1. .. descubriste que te gusta ser diferente.. ?¿
    Un beso paso a seguirte y te invito a que le eches un ojo a mi blog.
    :)

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Well, cada comentario hace lo suyo, cada comentario nutre en cierta forma éste blog, ¿por qué no alimentarlo más?