No se puede abandonar la escritura, al menos no del todo, es como abandonar tus pensamientos. Tantas historias ocurridas que difícilmente pueden reducirse a palabras, sin embargo me atrevería a señalar dos giros importantes, ya que después de esto probablemente nunca vuelva a escribir de mí más que microcuentos que ciertamente muy poco tienen de mí. El primero es que encontré un corazón que late por el mío y ha recogido todas las creencias que albergan los relatos de amor y que en algún momento más adolescente albergaba yo también. Lo segundo es que dejé de ser estudiante y estoy en vías a una vida adulta, madura y responsable; tan madura como puedo ser. Me seguirán interesando los artículos de casa&ideas y aunque dejé de leer Zancada hace años, sigo jugando juegos de frutas en facebook de tanto en tanto. Supongo que hay cosas que nunca cambian.
Se despide sinceramente,
Adulta Cami