viernes, 8 de julio de 2011

Te debo una


Desde que comenzó Marzo, más o menos, que partí con la rutina de muchos, la que es igual a cada año. Pero por un impulso del momento o por esos misterios de la naturaleza, no la sigo más. No sé exactamente qué fue lo que pasó, pero sé que aprendí algo. 

Tal vez acerca del compañerismo o de lo mucho que nos perdemos y de lo mucho que tenemos culpa. Estamos tan ocupados botando el tiempo que no hacemos lo que nos gusta porque sería ''perder tiempo'' cuando en realidad, mientras más postergado está, más nos quejamos de lo tradicional y apático del mundo. Es una contradicción, pero hay que ser feliz por ser uno y no ser el otro. 

Hace unos días vi un programa de televisión un ''círculo de cosas buenas'' o así lo llamaban, lo vi y pensé ''¿qué es eso?'' y antes de pulsar el botón y cambiarlo, me detuve. Había entendido el mensaje, trataba de una pequeña comunidad, donde mostraban a una trabajadora feliz que salía una mañana cualquiera con su rutina de trabajo programa cuando de pronto decide tomarse unos segundos y decirle a su vecino lo bien que se ve hoy, el vecino halagado comienza su día más feliz que antes y le regala a su esposa un gran beso, ella feliz también va donde su amiga y le trae un café, su amiga ayuda a un desconocido a cruzar la calle y el desconocido que era conocido de alguien ayuda al jardinero con sus flores, el jardinero ayuda a un joven con la rueda de su bicicleta, el joven  a su vez hace las compras por el adulto y el adulto con tiempo de sobra cocina galletas para la trabajadora, quien resulta ser su vecina. 

Después de terminado dicho programa me puse a pensar en la cantidad de cumplidos que digo y a cuantas personas podría hacer feliz con solo un halago al día. Fue demasiado utópico para ser cierto, por lo que tuve que revivirlo, me puse a pensar en todas las veces que cedía mi asiento en el tren y cuantas señoras me lo agradecían y cuantas no. Un día cualquiera me subí al tren que es lo usual y un joven se para y me cede su asiento sin razón alguna, fue tan inesperado como la recompensa de todas las veces que yo lo he hecho por alguien. Es bonito hacer cosas por otros y ser recompensada. 


CAMI.

1 comentario:

  1. Es verdad, hacer algo bueno, como esperar a alguien sometido, causa lindos estragos en ti :) Y si, ya basta de ridiculas crisis existenciales, hay que divertirse de las cosas tontas y de uno mismo que nunca está de más.

    Un par de cosas para comentar;
    1. Que alguien se parezca tanto a ti, o tenga al menos las mismas ideas, es una locura. Es sentirse acompañada más allá de una forma física (una completa mamonada, soy consciente)
    2. La radio no tiene comparación alguna; Musica+Entretenidaconversación: Total! Totales, como diria Cerati. Bueno, mi punto es que no veré mas tv sea al menos sea estrictamente necesario: Noticias, acontecimientos especiales, Mr Darcy, que se yo.
    3.

    ResponderEliminar

Well, cada comentario hace lo suyo, cada comentario nutre en cierta forma éste blog, ¿por qué no alimentarlo más?