sábado, 13 de agosto de 2011

Respirar, disfrutar y vivir sin culpa

Si hay algo en que las mujeres somos expertas es en sentirnos culpables por todo. Vivimos con cargo de conciencia y nos cuesta demasiado relajarnos y disfrutar de verdad. Vivimos a un ritmo acelerado, donde cada vez se nos hace más difícil desconectarnos y conformarnos con lo “suficiente”, y aún más con seguir la corriente. Andamos excesivamente agitadas y desconcertadas, e incluso en los aspectos más sencillos se nos llegan a poner los pelos de puntas.

Ahora bien, no todas pensamos ni actuamos igual, ya que somos únicas y diferentes al resto, pero aún así, existen ciertos estereotipos de mujeres que encontramos a diario en nuestras vidas, ya sea en la casa, como en los estudios, o en el trabajo o simplemente en una salida, donde nos hallamos con mujeres extremadamente relajadas, aquellas que nada se toman en serio y que llegan a dar rabia de lo descuidadas que son, como también las que viven por el estrés, (donde hasta salirse de la dieta, devorándose una caja de bombones las altera, causándoles un terrible escándalo), asimismo está el caso de las que se hunden en el sillón con las toneladas de helados, chocolates, galletas u otros alimentos, que las escoltan al hoyo de la depresión, donde caen totalmente derrumbadas. Mientras que otras, intentan distraerse frente a los problemas, buscando algo creativo que facilite la entrada al modo de escape, recargando las energías para seguir un camino y lograr un propósito.


Tampoco ellas, las que acabo de describir, son las “perfectas” puesto que, como todas las mujeres caen y suben. Sin embargo, para vivir una vida sana con mente sana hay que aprender a conformarse con lo suficiente, decirle adiós al “total perfeccionismo”, dejar de compararse y competir con el resto y dejar de llamar la atención, puesto que no necesitamos un reconocimiento por parte de los demás.
Tómense un tiempo libre, dejando las actividades por compromisos y usen el tiempo en lo que realmente disfruten de verdad. Es la única manera de descansar y relajarse, para luego enfrentar con ganas una nueva semana llena de tareas por cumplir.

Y ¡por favor! No sientan culpa por ello. 

Cami 

2 comentarios:

  1. Tienes mucha razón.

    Un beso muy grande.

    ResponderEliminar
  2. Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos (muy bueno)

    ResponderEliminar

Well, cada comentario hace lo suyo, cada comentario nutre en cierta forma éste blog, ¿por qué no alimentarlo más?