domingo, 10 de marzo de 2013

Dormir chueco

Cayó muda y sombría la noche, de esas que tanto detesta la gente, porque prefieren el vocerío de cada mañana, esa misma gente que al día siguiente amanecen con ojos deshinchados y fingidas sonrisas, como si se tratara de un juego. 

No tengo ánimos para escribir, pero lo hago de todas formas, en la radio se escucha la tediosa mezcla de reggae y hip hop, popularmente conocido como "reguetón", nada que valga la pena escuchar realmente, sería mejor oír algo diferente, quizás una banda francesa como Nouvelle Vague. Aveces me gusta escuchar música antes de dormir, evita que mi cabeza de vueltas e imaginé escenas que no puedo controlar. Algunas veces me gustaría que fueran predicciones, otras veces no. Hay momentos en que hago un "check list" con ciertas cosas que pretendo hacer en el futuro, cosas que se quedan en el futuro y jamás son tildadas. 

Hay otras veces que revivo situaciones pasadas placenteras y desagradables, la mayoría desagradables (no tengo dominio de las recreaciones de mi cerebro). Las "malas" se caracterizan por encontrar las fallas y terminar con finales felices y cuando no, se producen batallas bárbaras de las que me despiertan de un salto. 

Sólo cuando estoy dormitando no estoy pensando en nada realmente, el vacío solo dura segundos (o es lo que creo que dura), luego despierto sobresaltada recordando los últimos momentos "yo cayendo en un hoyo negro". Dicen que cuando uno salta de golpe es porque el alma no pudo acomodarse del todo cuando trató de volver, quizás tengo mi alma chueca y no lo he notado. Si mi alma en realidad sale de mi cuerpo y lo que sueño es lo que salió a hacer mi alma, espero que su próximo viaje sea en Hungría, o tome un tren de Londres a Ámsterdam, espero que sepa pescar y tocar violín, espero que conozca más almas o a su alma gemela, espero que sea blanca y no saber después que es gris casi negra.  

Todas las noches cuando miro la pared mis pensamientos escapan y no sé por donde y no sé porque, creo que es un "porque sí". Debe ser donde en el día uno solo piensa pero no repiensa y en la noche hay muchos repiensos. Y todas las mañanas  el cubrecama aparece por los suelos y amanezco con dolor de hombros que se alivian luego de unos minutos. Supongo que duermo chueco o que tengo un alma parrandera. 

CAMI

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