martes, 21 de febrero de 2012

Cuando mi consciencia gana

A las 9:00 de la mañana sonó el despertador. A las 11:00 de la mañana  aún en la cama me doy cuenta de que se me hizo tarde; me levanto de un brinco corriendo por el pasillo en dirección al baño. Al mirarme en el espejo mi consciente estalla un bombardeo de palabras que no logro distinguir: ¡Rope, cOn qÉu Arca manEiscet oHy!

¡Ah!, ya entendí ¡pero, con qué cara amaneciste  HOY! y mi inconsciente sale a la retaguardia diciendo que estaré radiante en un par de minutos cuando esté en la ducha y mis párpados se hayan incorporado de la hinchazón.

Ya lista para salir cojo las llaves, un yogurt y un par de galletas mientras en mi cabeza hay una extraña conversación:  

C: ¡Hoy es un día agitado! (palabras que salen de su boca en sólo una fracción de segundos). 
I: ¿Pero, por qué? Ya saliste de vacaciones, terminaste la secundaria, aún no entras a la Universidad y ni trabajas.  
C: Oye, ubícate, no VES que trabaje de forma esporádica y tu ya me reprochas. 
I: Cuidar niños NO son un gran trabajo, pero supongo que ya lo sabes. Además no comprendes que no puedo reprocharte, no tengo manos para hacerlo, soy la otra escena; los sentimientos reprimidos mantenidos siempre al margen, no puedo ni acercarme a ti conciencia. Me aíslas y me mantienes callado, quieto y tranquilo mientras observo cómo lo arruinas todo.  
C: No le haré caso a un pensamiento cómo tú, eres irresponsable, desequilibrado e incapaz de pensar en las consecuencias de tus actos.
I: Me ofendes hermano, tienes que aflojarte de vez en cuando y dejarte fluir en este enorme espacio que tenemos.
C: ¿Fluir? , que yo no soy ninguna de esas tribus a las que tú ciertamente perteneces; hippies, grunge, indies, jamaicanos y cualquier otra  peste alternativa.
I: Cómo siempre no haces caso de lo que digo, maldito tirano dictador.
C:(Eludir) 
                                                                 Cami

1 comentario:

Well, cada comentario hace lo suyo, cada comentario nutre en cierta forma éste blog, ¿por qué no alimentarlo más?