Abrazos gratis

Solemos decir que no hay nada más aburrido que caminar por las calles; preferimos un auto ante que los pies, preferimos los bolsillos saturados de monedas a tener una sola moneda guacha, preferimos los cafés, los malls, las tiendas, los bares, que caminar un rato, por poco que sea. 

Tamara y yo, caminábamos como muchas otras veces por la Avenida Valparaíso, allí en Viña del Mar, con la mirada hacia las nubes por mi parte, y las mirada ofensiva por la suya. En la cuadra más próxima hacia nosotras, dos jóvenes, una chica y un chico; la chica agitaba sus brazos para llamar la atención, el chico desde mi punto de vista, se le veía algo cuadrado en el centro y tenía sus manos ocupadas afirmando un cartel. Cuando nos acercamos un poco más, me sorprendió ver el cartel y su título de "Abrazos gratis", le dije a Tamara que mirara y lo leyera, pero cuando ya íbamos próximos a ellos, el chico comenzó a perseguirnos e insistirnos que le diéramos un abrazo, a Tamara no le causo gracia, pues yo tampoco quería, pero sí solté una leve sonrisa. Intentando continuar el paso sin mirar más allá,  el chico nos seguía algo desaliñado, mientras que la chica miraba con risa en sus ojos. De pronto agarró a Tamara e indudablemente le dio el abrazo. Debí tomar una foto de ese momento, lo pienso ahora, entre muchas otras cosas; como el ¿qué dirá Tamara cuando se entere que escribí en mi blog sobre ella, sin la delicadeza de sustituir su nombre por otro? Nada absurdo claro, pude haberlo sustituído por uno más artístico quizás... pero eso no le hubiese gustado.

En fin, pretendo estar viva para mi próxima entrada si es que ella no me asesina primero, felices fiestas para todos, por tarde que sea.

Abrazos gratis para todos

                                                                Cami