jueves, 15 de septiembre de 2011

Fuck?!

Nunca he sido buena con los cuentos de hadas.Y si, muchos dirán que no tengo experiencia, ni largos historiales de amor. Cierto. Yo diré: al diablo con la experiencia. 
Si bien, hay una regla para todo esto, las señales no son lo mío; hay indicios que indican que algo esta faltando, algo está fallando y algo se está perdiendo, cosas que nunca logro ver.
Nunca he sido de esas que mandan cartas, que tiran besos a lo lejos o que llaman siempre a tu puerta, tampoco soy de esas que te abrazan un día entero, esperan con ansias tus llamadas o necesitan de mucho cariño. Y no es frialdad, soy emotiva en diversas ocasiones; nunca he sido fría ni en lo más mínimo. Solo sé que no he tenido cuentos de hadas, ni tampoco creo en ellos. No es triste, como todos dicen. 
No dudo que sería lindo tener una historia al estilo "el amor en los tiempos del cólera", pero no creo que a mis 17 años salga corriendo por la puerta en busca de un galán de libro, un esposo de película que me dé muchos hijos y muchos nietos. 
Como todas alguna vez, he sufrido por amores que ni siquiera quería. Quizás porque cada tanto hay que hacerlo, quizás es una necesidad de estar mal para luego estar bien. "No es ni esto, ni lo otro, sino lo contrario"
Confieso que desde niña pasaba horas imaginando como sería de grande, y de grande paso segundos imaginando como sería en varios años más. Pero en ninguna de esas ilusiones me encuentro acompañada, es más, he podido verme loca por el cine, maniática con la comida obsesionada por los libros e incluso completamente sana y siempre sola. Al diablo con el amor y los poemas de Pablo Neruda, no soy princesa ni necesito un príncipe azul. 

(Lamento la indiferencia y el ataque ofensivo a Neruda, él y yo definitivamente no nos llevamos muy bien)

Cami 

2 comentarios:

Well, cada comentario hace lo suyo, cada comentario nutre en cierta forma éste blog, ¿por qué no alimentarlo más?