viernes, 21 de abril de 2017

Estoy vieja

Han pasado varios años desde que abandoné este blog y en cierta parte la escritura y los microcuentos. Esa será una de las cosas que siempre estará en mi lista de arrepentimientos junto a consumir aceite de bacalao para subir defensas y el perreo intenso que en ocasiones muy esporádicas ha aparecido. Estas últimas dos deberían ser sinceramente consideradas para eliminarlas de la tierra. No sé si en una invasión interplanetaria estaríamos orgullosos de que conocieran la música de Justin Bieber y el reggeaton como parte de nuestros conocimientos, por mucho que esté en las discos y lo escuche la mayoría, y algunas extrañas veces yo también. ¿Qué puedo decir? Soy humana. 

No se puede abandonar la escritura, al menos no del todo, es como abandonar tus pensamientos. Tantas historias ocurridas que difícilmente pueden reducirse a palabras, sin embargo me atrevería a señalar dos giros importantes, ya que después de esto probablemente nunca vuelva a escribir de mí más que microcuentos que ciertamente muy poco tienen de mí. El primero es que encontré un corazón que late por el mío y ha recogido todas las creencias que albergan los relatos de amor y que en algún momento más adolescente albergaba yo también. Lo segundo es que dejé de ser estudiante y estoy en vías a una vida adulta, madura y responsable; tan madura como puedo ser. Me seguirán interesando los artículos de casa&ideas y aunque dejé de leer Zancada hace años, sigo jugando juegos de frutas en facebook de tanto en tanto. Supongo que hay cosas que nunca cambian. 

Se despide sinceramente, 

Adulta Cami

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